Basta con ir a cualquier librería, incluso aquellas en donde poca variedad de temáticas abunda, para ver en primera fila un montón de libros que hablan de autoestima, relaciones de pareja, éxito en los negocios, y unos más atrevidos (y me imagino que por ello más vendidos) que te prometen felicidad cuan fórmula mágica fuese con solo unos cuantos pasos a seguir. En varias ocasiones he ojeado algunos de ellos para ver qué se traen, y la mayoría de veces he volteado los ojos pasando a otra estantería. Porque es cierto que, como bien opinan bastantes colegas, no es más que posturas comunes y filosofías sin fundamento sobre cómo llevar la vida, opiniones que, si bien pueden ser compartidas por el saber popular, no aportan una verdadera herramienta para el beneficio personal. ¿O sí? ¿En realidad sirven estos libros para lo que prometen?
Debido quizá a mi formación sé que generalizar casi nunca te muestra la realidad. Puede que simplemente haya tenido más experiencias malas que buenas con este tipo de libros. Lo cierto es que hay libros de autoayuda psicológicos que cuentan experiencias de vida, otros que buscan inspirar en los lectores la motivación que creen perdida, y están estos otros que parecieran escrito por vendedores ambulantes. Sin embargo, también es verdad que algunos de estos libros están escritos por psicólogos, basados en teorías sólidas, aunque por supuesto en un lenguaje bastante sencillo para llegar a todo tipo de público. Son estos últimos los que a veces algunos psicólogos usan como “biblioterapia”, que consiste en leer un determinado libro o manual de autoayuda y luego discutirlo en terapia con el paciente. Incluso, en psicoterapia llamamos a este tipo de técnicas “intervenciones autoadministradas”.
Ahora bien, y esto quiero aclararlo de una vez, una cosa es usar libros, películas, u otro material, como parte de la terapia, y otra muy distinta sustituir la terapia psicológica por libros de autoayuda. Y me atrevo a mencionarlo porque quizá un efecto que traen estas lecturas consigo es que una persona común que se lea unas cuantas publicaciones de equis autor famoso, piensa que sabe y conoce suficiente de psicología para pasar completamente de ella. Es quizá uno de los mayores prejuicios que tienen los psicólogos al respecto: que el sentido común que abunda en las lecturas de autoayuda mancha las investigaciones serias que se ha realizado en el ámbito de la psicología.
El hecho es que sí, los libros de autoayuda funcionan para algunas personas, en algunas situaciones, y en algunos momentos. Por ejemplo, Marrs (1995) encontró que las intervenciones de autoayuda resultaron más útiles en ciertos problemas (asertividades, disfunciones sexuales, ansiedad), que en otros (obesidad, control de impulsos y dificultades en el estudio). Aunque por supuesto subraya que el contacto con el terapeuta mejora los resultados de la biblioterapia en algunos casos (problemas de ansiedad y tratamientos para pérdida de peso), pero no es necesariamente así en todos los casos.
Y si nos ponemos a revisar las investigaciones que se han realizado, que son numerosas, podemos deducir que: en algunos casos, los libros de autoayuda son mejor que nada, en otros definitivamente no sirven, y en otros pueden incluso frustrar al lector al no poder alcanzar lo que lee. La cuestión entonces es dilucidar qué libros son funcionales para qué tipo de problema, y así poder separar aquellos que definitivamente son inservibles, y otros que podemos usar como herramienta para una situación.
Arkowitz y Lilienfeld (2006) dan algunas recomendaciones para identificar los libros que pueden ser útiles de los que no. Por supuesto, esto no garantiza que el libro sea bueno, pero por lo menos no da una orientación para comenzar a explorar este mundo de autoayuda con cautela. Si eres psicólogo, quizá dependiendo del paciente, algunos de estos te puedan servir para recomendarlo y conversarlo en terapia.
• Revisar las credenciales del autor. Esto es muy importante. Una cosa es comprar el libro que viste en la televisión porque el autor prometia éxito y felicidad, y otra asegurarte que el autor no es ningún charlatan y que por lo menos tiene estudios de lo que te está vendiendo.
• Revisar si tiene referencias bibliográficas convincentes. No solamente es palabrería, sino que se apoya de investigaciones y se asegurar de sustentar lo que dice.
• Revisar orientación teórica del libro. Esto es porque varios libros de autoayuda están basados en alguna terapia psicológica importante, como por ejemplo, la terapia cognitivo-conductual, de las cuales se desprenden lecturas interesantes. Ejemplo de ello, se encuentra en “Controle su ira antes de que ella le controle a usted” de Albert Ellis, quien escribió numerosas publicaciones de este estilo. El mismo análisis transaccional tiene libros de lectura ligera dirigida al público en general. La cuestión es revisar hacía donde van y a qué se refiere.
• Evadir los libros que ofrecen soluciones universales para la vida. Generalmente los libros que han funcionado son aquellos que se enfocan en un problema o situación en concreto. Aquellos que prometen soluciones generales suelen ser bastante pobres en cuanto a contenido.
La biblioterapia puede ser una gran herramienta tanto para el terapeuta como para el público en general, pero es importante que si estás pasando por una situación, y estas buscando la solución entre páginas y páginas y aún sientes que no encuentras las herramientas, busca ayuda. Un libro no es igual a un psicólogo, es una guía escrita de manera general, con suerte, con algunas recomendaciones funcionales. Pero nada sustituye a un profesional que esté para ti, que conozca tu historia, y que te ayude a descubrirte. Tú historia es única. Tú eres único. Vale la pena hacer algo que realmente te ayude.
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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Arkowitz, H. y Lilienfeld, S. (2006). Do Self-Help Books Help? Sales are booming, but readers are not always getting their money’s worth. SCIENTIFIC AMERICAN MIND. Edición Octubre-Noviembre, 90-91.
Marrs, R. (1995). A meta-analysis of bibliotherapy studies. American Journal of Community Psychology, 23(6), 843–870.
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